Sign in / Join

La búsqueda de la Perfección: Actitud Eterna de Blanco

A medida que avanzamos en el Karate, uno empieza a comprender que todo se basa en pequeños detalles. Al principio podemos pensar que aprendimos una técnica y que la misma puede ser realizada de manera perfecta… ¿Quién no sabe ejecutar un Tsuki?... Sin embargo, en cada clase, nuestro Sensei, o en su caso, el Senpai a cargo, sin importar el tiempo que haya transcurrido desde nuestro comienzo, nos indicarán, por ejemplo un mejor ajuste de cadera o de hombro, y es esto lo que nos permite ir puliendo día a día esos pequeños detalles dentro de las técnicas más básicas incluso.

Dicen que un buen estudiante es reconocido por la forma en que lidia con la imperfección. Un buen Ketsugoka perfecciona continuamente su técnica, pues de este modo, perfecciona su carácter.

Un mal pronóstico para un practicante es cuándo perdemos de vista este proceso, que además es continuo e infinito. Quién pierde la “actitud de blanco” - que no es otra cosa que tener una mente abierta a aprender, sin ningún tipo de prejuicio; manteniendo la humildad de quién recibe y asimila, y el agradecimiento para quién le brinda su conocimiento – pierde el camino del aprendizaje, se estanca y cualquiera fuere el tiempo de práctica, habrá perdido el rumbo. La soberbia será un signo de haberse extraviado.

Compartir artículo